martes, 24 de octubre de 2017

Papeles póstumos de un profesor de COU (2): La retórica en Bécquer



Un poeta de la sencillez aparente, Bécquer, es un maestro de la elaboración meditada del poema, cosa que se nota claramente tanto en la estructura paralelística y correlativa de muchos de sus poemas como en el cálculo rítmico de sus versos. Hoy quiero mostrar el profundo trabajo retórico que hay en un poema de los más conocidos de Bécquer, colmos de la simplicidad (aparente) que todo lector español conoce.


Rima XXXIII

Por una mirada, un mundo,
por una sonrisa, un cielo,
por un beso… ¡yo no sé
qué te diera por un beso!


Sencillo, ¿no? Pero destripémoslo, realicemos un sucinto análisis retórico.
Nos llama la atención en primer lugar la repetición anafórica de los 3 primerso versos (por una, por una, por un). Pero es que, además, los dos primeros poseen una estructura paralelística (por una mirada, un mundo, / por una sonrisa, un cielo). También se da en ellos el recurso de la elipsis, pues que la coma está puesta en lugar del verbo elidido, que sólo aparece en el último verso (te diera). Hay toda una serie de hipérboles en los tres enunciados, no sólo en los dos primeros versos (por una mirada, un mundo, / por una sonrisa, un cielo) sino en la reticencia final (por un beso… ¡yo no sé / que te diera por un beso). Se produce en los tres enunciados una enumeración de dones de la amada (mirada, sonrisa, beso), a los que corresponde otra enumeración de ofrecimientos del poeta (un mundo, un cielo, yo no sé = lo indecible), las cuales van organizadas a manera de gradación ascendente ambas. Podríamos hablar de la aliteración de nasales en el primer verso, de la reiteración de un término (beso) en los dos últimos o la repetida acentuación de é a partir del segundo verso (ciélo / béso / sé / diéra / béso).
El sencillo poema resulta ser un prodigio de elaboración retórica, y es que en esta rima de Bécquer se pone de manifiesto con nitidez ese axioma que postula la extrema dificultad de lo fácil.



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